PASO A PASO DE LA EXPERIENCIA
+ Fundamentos de EL JUEGO DEL VINO y su Impacto en Equipos Empresariales
1. Activación sensorial y conexión emocional
El viaje inicia despertando los sentidos a través del vino, que actúa como un puente directo hacia el cerebro límbico, el centro de la memoria y las emociones. Esta primera etapa invita a los participantes a abrirse a la experiencia, conectando con sus compañeros desde un plano más humano y auténtico, y preparando el terreno para cerrar el 2025 con integración y confianza.
2. Reflexión sobre la transformación del año
A partir de las analogías del proceso de elaboración del vino —desde la uva hasta su maduración final—, el equipo reflexiona sobre los retos superados, los aprendizajes alcanzados y los logros del 2025. Esta dinámica les permite reconocer cómo, al igual que el vino, cada persona y el grupo en su conjunto atravesaron momentos de tensión y resiliencia que los hicieron más fuertes y listos para los retos del 2026.
3. Exploración sensorial en equipo
- Mediante la vista, el aroma y el sabor, los participantes se sumergen en una dinámica sensorial que trasciende la cata tradicional. Cada percepción se convierte en una metáfora de comunicación, creatividad y empatía, generando un espacio donde el equipo refuerza lazos, mejora la escucha y potencia la colaboración mutua en un ambiente celebratorio de fin de año.
4. Creación simbólica del vino del equipo
- El momento cumbre llega con la elaboración conjunta de un vino simbólico. Este acto se convierte en el reflejo tangible de la unión del grupo: diferentes talentos, perspectivas y emociones que confluyen para crear algo único. El vino del equipo representa tanto el ciclo que se cierra como la fuerza colectiva para iniciar un 2026 con motivación, cohesión y propósito renovado.